El Tribunal Oral Federal Nº 1, compuesto por los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernardo Bibel, fijó la fecha del veredicto. La defensa había pedido el martes la absolución de todos los acusados.
El Tribunal Oral Federal Nº 1 dará a conocer el veredicto en el juicio por los ataques neonazis cometidos entre 2014 y 2016, en el que hay ocho imputados, el próximo jueves 3 de mayo.
Así lo anunciaron los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Bernardo Bibel, luego de que el martes finalizaran los alegatos con el pedido de la defensa de absolver a todos los acusados. Además de fijar la fecha mencionada, los magistrados invitaron a los jóvenes incriminados a decir sus últimas palabras.
Hablaron Martín Pozas, Gonzalo Paniagua, Marcos Caputo, Giuliano Spagnolo y Oleksandr Levchenko.
“Lo único que quería decir es que soy inocente de todos los cargos que se me imputan y hacia ustedes los jueces pedir discupas si hubo algún ademán, algún gesto, alguna risa. No es fácil estar acá sentado, escuchar las acusaciones más sabiendo que son falsas. Confío en la decisión de los jueces”, mencionó Pozas.
Por su parte, Paniagua dijo, mientras miraba a los magistrados y al fiscal Juan Manuel Pettigiani: “Voy a afirmar una vez más que todo lo que declaré fue cierto y está más que probado. Valoro el coraje que tuvo el fiscal enfrentando a los medios y todas las críticas que recayeron sobre usted: yo no agredí al señor (Lucas) Baima, no sólo no lo agredí, sino que no lo escupí como él dijo. Yo llegué tarde a esa pelea y cuando Baima se estaba recuperando le pregunté quién le había pegado la piña”.
Y agregó: “Y con respecto a lo que pasó en Nevermind, pese a que estaba muy enojado como estoy ahora porque la verdad, estoy enojado, indignado… Me siento impotente por todo lo que pasó, tuve una reacción no sé si injustificable, porque por lo que pasó es comprensible que hayamos estado muy enojados. Pero puedo asegurarles, señores jueces, que yo la lengua me la contengo como me la estoy conteniendo ahora. Porque tengo ganas de decir muchas otras cosas pero no las voy a decir por consejo de mi abogado, y al señor Moreno Iglesias no le dijo ‘judío puto’, y ni siquiera ‘puto’. No se lo dije”.
Luego de las palabras de Paniagua visiblemente exaltado en su defensa, tuvo lugar el descargo de Caputo, quien al momento de los hechos era menor de edad. “Ya declaré y me considero inocente de todo lo que pasó. Si bien participé de la pelea de Plaza España, fue una reacción que considero natural, y propia de cualquier persona frente a una injusticia, y por culpa de eso me encuentro envuelto frente a esta otra injusticia”, señaló.
Y añadió: “Respecto al hecho de Nevermind, vuelvo a decir que no insulté en ningún momento al señor Moreno Iglesias. Lo único que hice fue putear, decir malas palabras, pero nunca agrediendo ni su nacionalidad, ni su religión ni su orientación sexual. Confío en la justicia de este tribunal y nuevamente pido disculpas por nuestra conducta acá, fue producto de todas las bizarreadas del público”.
Más tarde fue el turno de Spagnolo, quien hizo alusión a que en el juicio se habló de discriminación y en el mismo contexto un testigo de apellido Navarro lo llamó despectivamente “chileno”, y aclaró que no sabe por qué, ya que él nació en Almagro, Capital Federal.
“Esta causa fue armada por racismo debido a nacionalidad o color de piel… Yo tengo amigos de todo tipo, vivo en esta ciudad desde 2014. No soy marplatense, tengo un hijo y una mujer. Como habrán dicho los abogados, el escarmiento fotográfico al que nos exponen… Salgo a la calle y es un infierno, te gritan de todo”, cuestionó.
Y, acto seguido, continuó: “Ayer a la noche (por el martes) llegué, abrí el Facebook y me di cuenta de que Moreno Iglesias publicó una foto mía fumando acá afuera en la cual cita: ‘Estos son los que golpean mujeres y las persiguen’. Una boludez enorme, sinceramente no lo conozco a Moreno, pero lo veo todos los días acá y veo cómo me mira y su ira me hace sentir que quiere que me pudra en la cárcel. Soy inocente de todos los cargos, sobre todo de lo que dijo Navarro que lo golpée. No fue así, yo a esa persona no la conozco, sí he ido dos veces al boliche Nevermind, de Moreno Iglesias, y me sacaron de ahí con violencia con sus patovicas, nada más por tener el pelo corto y usar borcegos. Por mi parte, pienso que los racistas y la policía mental son ellos”.
Además, dijo que nunca pregonó lo que piensa y que no se expone debajo de ninguna bandera política. “Yo soy apolítico, nada más quiero recuperar mi vida y volver a estar con mi familia en paz. Debido a este escarmiento fotográfico, esto del laburo es muy difícil. Yo recuperé mi libertad el año pasado… Figurás en todos lados y no te quieren dar laburo. Yo quiero hacer una carrera y mientras, hasta que termine esto porque para hacer la carrera que quiero no tengo que tener antecedentes penales, por eso estoy a la espera de la decisión de ustedes, viniendo acá perdí el laburo, por presentarme acá todos los días, y es difícil: no es fácil sentarse acá, mirar al público, ver cómo te hostigan, te miran, dicen boludeces y mienten”.
Por último, cargó contra los medios de comunicación: “Nos hacen ver como criminales, como habrá dicho (SIC) el juicio de Núremberg, cosas que no tienen nada que ver con mi realidad, la de mi familia, exponiendo mi apellido y el de todos. Sin más que decir, con todo respeto, su señoría, espero y confío en su decisión, que pueda restaurar mi vida y volver a ser la persona normal que siempre fui sin desearle el mal a nadie”.
El último en hablar fue Levchenko, quien pidió disculpas los presentes y al público “si se sintió ofendido por algo, por los gestos o algo inapropiado”. Luego, agregó: “Quisiera decirles que lo único que quiero es continuar con mi vida, recuperar la libertad y que todo siga su curso. Ya estoy harto de todo esto, más de un año y medio preso, esto, los escraches… No da para más, tengo proyectado una vida, quiero formar una familia y seguir adelante, no molestar a nadie y que no me molesten a mí tampoco. Nada más, muchas gracias”.
Finalizada la intervención del último de estos acusados, el tribunal resolvió llamar a un cuarto intermedio y continuar con la posibilidad de que los imputados den sus últimas palabras el mismo 3 de mayo, antes de que se dé a conocer la sentencia.
Vale recordar que el fiscal federal Juan Manuel Pettigiani solicitó la semana pasada que los imputados reciban penas aún más bajas que las que había querido acordar con la defensa en junio de 2017, si se consumaba un juicio abreviado, lo que finalmente no ocurrió por negativa de los propios jueces.
El investigador pidió hasta 3 años de prisión para uno de los principales acusados, Nicolás Caputo; 2 años y 6 meses para Gonzalo Paniagua; un año y 6 meses para Oleksandr Levchenko, y diez meses para Alan Olea y Franco Martín Pozas. Además, consideró que los hermanos Giuliano y Giordano Spagnolo deben ser absueltos y que, de existir finalmente una sentencia condenatoria, Marcos Caputo (hermano de Nicolás) realice un curso sobre Derechos Humanos.
Por su parte, las querellas representadas por Alejandro Broitman (DAIA) y César Sivo, exigieron penas más altas y consideraron que los magistrados deben dictar una sentencia ejemplificadora por la gravedad de los casos ocurridos. En ese sentido, consideraron que exisitó una “asociación ilícita” para cometer los ataques, lo que constituye un agravante en la situación procesal de los imputados.